SINODO DIOCESANO 2019-2020 (I)

 

ENTRE DOS LUCES

                                                                              

SINODO DIOCESANO 2019-2020 (I)

En tres entregas hago una reflexión sobre el anexo, que es un análisis situacional al cuestionarios enviado a las parroquias por la Comisión Técnica 1 cuyo trabajo versa sobre “Nueva evangelización e iniciación cristiana”. El documento completo puede leerse en la web de la Archidiócesis.

En rojo, los puntos sobre los que se reflexiona posteriormente.

ANEXO
ANÁLISIS DE SITUACIÓN (I)
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Antes de empezar a abordar propuestas es necesario realizar y mantener un análisis de la situación de la catequesis y la transmisión de la fe en nuestra diócesis. Hacer un examen de la realidad permite posteriormente discernir y establecer las estrategias pastorales adecuadas para responder a los retos cambiantes que surgen.
Este documento es un resumen, no un relato personal, sino una lectura conjunta de las respuestas que se han obtenido de los diversos miembros que constituyen la comisión sinodal de nueva evangelización e iniciación cristiana además de personas que han sido consultadas. Por tanto, ellos son los autores.

PUNTOS RESUMIDOS DEL ANÁLISIS (I)
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1. UN ENTORNO «VUCA»2

La realidad social a la que se dirige la acción evangelizadora — y la catequesis en su centro— presenta una sociedad donde se producen cambios y a una velocidad vertiginosa (volatilidad).
No prevemos los acontecimientos y los cambios y no los analizamos con tiempo para anticiparnos a ellos (incertidumbre).
Así, con la falta de claridad sobre el significado de cualquier hecho, en un cierto relativismo, nos vemos incapaces de detectar posibles amenazas o de convertir todo en una oportunidad pastoral antes que sea tarde (ambigüedad).
Conviene realizar el esfuerzo de descubrir oportunidades pastorales allí donde solo vemos una lista infinita de problemas que conduce a una ansiedad generalizada que impide ver claro y nos impide tomar decisiones libremente (paralización y abandono).
Conocer la sociedad de hoy nos permitirá buscar los criterios y los instrumentos más adecuados para la transmisión de la fe. Hay muchas personas que buscan sentido a su propia existencia… Algunos eligen la fe cristiana, otros encuentran lo que buscan en otras ofertas que han sabido escuchar sus peticiones o necesidades. La fe ahora es una opción personal y no una circunstancia cultural y/o social, la atención a los padres que traen a sus hijos a la catequesis despertando su interés por renovar y vivencia cristiana, sentirnos estimulados por construir el cristianismo del futuro, más minoritario pero con posibilidades de ser más creativo y significativo… Gran parte de los padres no se implican en la catequesis, nos los dejan y van a tomar café, y -con sinceridad- expresan que no creen en Dios y que no contemos en ellos para la Misa del Domingo.
*2 VUCA (volatilidad, incertidumbre, complejidad, ambigüedad)

REFLEXIONANDO EL ANÁLISIS (I)
El análisis en su conjunto es bastante acertado. Se han buscado las causas y se han encontrado las más evidentes. Pero fijándonos en las conclusiones, se hace patente que se nos escapan las causas profundas.
En rojo vienen las observaciones sobre las que reflexiono a continuación. La primera dice así: “En un cierto relativismo, nos vemos incapaces de detectar…” En el párrafo del que he entresacado esta frase, lo que se trasluce es algo muy simple de explicar y muy complejo de aplicar, a saber: no estamos logrando discernir lo que está aconteciendo en nuestro entorno. Complejo de aplicar porque no está en nuestras manos. El discernimiento nos viene del Espíritu Santo, y para alcanzar la “sabiduría” se requiere un corazón humilde, pues, como dice el libro que lleva dicho nombre: “¿Quién puede conocer tu voluntad, si tú no le das la sabiduría y le envías tu Espíritu Santo desde el cielo?” (Sb 9,17).
Más adelante se dice algo que, aunque se comprende su sentido en el contexto, llama mucho la atención porque no deja de ser una expresión fruto de la preeminencia del hombre sobre Dios, que es lo que postula la cultura en nuestra época: “Algunos eligen la fe cristiana”. No, la fe no se elige “No me habéis elegido vosotros a mí, sino que yo os he elegido a vosotros, y os he destinado para que vayáis y deis fruto, y que vuestro fruto permanezca; de modo que todo lo que pidáis al Padre en mi nombre os lo conceda. » (Jn 15,16).
En otro momento se nos hace una invitación a “sentirnos estimulados por la idea de que vamos a construir el cristianismo del futuro”. Invitación que, más bien, delata qué es lo que se nos está escapando, pues es realmente una idea que no responde a la realidad, y se abunda en ella enriqueciendo la propuesta con un plus de idealismo “con posibilidad de ser más creativo y significativo”.
Bien, el cristianismo del futuro es el mismo que el de la Iglesia primitiva, o no es cristianismo. Aquella fue una Iglesia en la que se impartía el bautismo sólo cuando se constataba que sobre la persona que solicitaba el bautismo había bajado el Espíritu Santo. Y el hecho de que el bautismo haya sido recibido en la infancia, no excluye la necesidad de esa constatación. Y para que ese bautismo fructifique, es imperativo “ponerse en camino”. La vida del cristiano es una andadura que conduce al encuentro con Cristo y a las obras de Vida Eterna, que eso sí es significativo. En cuanto a la creatividad, o la mueve el Espíritu o no dejará de ser una infructuosa “búsqueda de novedades”.
Sin embargo cuando a continuación, hablando de la actitud de ciertos padres nada colaborativa, se hace un diagnóstico: “…expresan que no creen en Dios”, se acierta de pleno. Y ese es el problema de fondo, pues si al recibir el bautismo respondemos a la pregunta del presidente que lo que pedimos a la iglesia es la fe, lo que procede es un proceso, un camino, capaz de revitalizar nuestro bautismo. Camino que es lícito emprender en cualquier edad a lo largo de la vida de una persona, pero que hay que hacer siguiendo los pasos que daba aquella Iglesia como preparación para el bautismo. Algo apuntado ya por el Concilio Vaticano II.
Por último, sobre las dificultades del entorno, no es que evangelizar en una situación, como la descrita: volátil, incierta, compleja y ambigua, sea especialmente difícil, es que es una labor imposible. O nos precede el Espíritu Santo o es inútil que nos esforcemos. Como dice el salmo 126,2:
Es inútil que madruguéis,
que veléis hasta muy tarde,
que comáis el pan de vuestros sudores:
¡Dios lo da a sus amigos mientras duermen!”

Acerca de Signos de los tiempos

Actualidad es la suma de las cosas que suceden, aquello que se dice sobre esas cosas y el modo en que nos afectan, y este conjunto conforma unos signos concretos y precisos que es posible interpretar. Esa es la luz que buscamos.
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