SINODO DIOCESANO VALENTINO (Comisión Técnica 3)

30-1-12 145

«Como ovejas sin pastor…»

La Comisión Técnica 3, que trabaja sobre: Nueva evangelización e iniciación cristiana, aparte del cuestionario, nos envía una reflexión sobre “sinodalidad”. El texto en color es el que nos envían. En negro nuestra respuesta a las preguntas que acompañan a esa reflexión sobre sinodalidad. Hay que tener en cuenta que lo concreto que aparece en las respuestas, responde a la experiencia vivida en mi parroquia.

Añadir que de las siete comisiones que están trabajando en la preparación del sínodo, la uno y la tres, son las únicas que nos han remitido cuestionarios o información sobre sus trabajos.

Textos sobre Sinodalidad.
«La sinodalidad designa ante todo el estilo peculiar que califica la vida y la misión de la Iglesia expresando su naturaleza como el caminar juntos y el reunirse en asamblea del Pueblo de Dios convocado por el Señor Jesús en la fuerza del Espíritu Santo para anunciar el Evangelio. Debe expresarse en el modo ordinario de vivir y obrar de la Iglesia. Este modus vivendi et operandi se realiza mediante la escucha comunitaria de la Palabra y la celebración de la Eucaristía, la fraternidad de la comunión y la corresponsabilidad y participación de todo el Pueblo de Dios, en sus diferentes niveles y en la distinción de los diversos ministerios y roles, en su vida y en su misión», COMISIÓN TEOLÓGICA INTERNACIONAL, La sinodalidad en la vida y en la misión de la Iglesia 70.
«Este Sínodo propone como cauce más idóneo de comunión y de ejercicio de la corresponsabilidad en el ámbito de las parroquias, la asamblea parroquial y el consejo de pastoral parroquial. Créense, pues, donde no existan y, en la medida en que las circunstancias concretas lo permitan; y refórmense según los criterios sinodales en aquellas parroquias que ya los crearon», Sínodo diocesano 1987, 88.

La descripción de sinodalidad que aparece aquí, entiendo que responde punto por punto con la descripción del quehacer de la Iglesia de los primeros siglos: “vida en comunidad”, “escucha de la Palabra”, “participación en la Eucaristía” y “el anuncio del Evangelio”. Parece como que falte aquella expresión “corresponsabilidad”, pero diría que se encuentra explícito en el binomio “comunión-caridad”, que era justo lo que permitía reconocer a un cristiano de cualquier otra persona del mundo de su entorno.

PREGUNTAS
El Papa nos anima a vivir la sinodalidad como expresión de la vida de la Iglesia. Sinodalidad expresa mucho más que la celebración de un Sínodo. Por eso conviene reflexionar sobre este aspecto:

En la parroquia.
¿Hay un proyecto de parroquia elaborado entre todos?

Teniendo en cuenta que la parroquia es muy anterior a todos nosotros, cuando nos acercamos a ella, ésta ya tiene una dinámica propia en la que nos insertamos. Eso sí, como en cualquier institución humana, ¿quién no acaba pensando que podría hacerlo mejor? Eso hace que surjan propuestas e ideas que sufren dispar suerte, aunque muchas iniciativas no pasan de su estado embrionario. Pues el problema, para la participación, es que no hay cauces de expresión previstos para la mayoría de los fieles.
Otra cosa es que, efectivamente, lo que la parroquia está siendo a día de hoy, es producto de la colaboración desinteresada de mucha gente que se implica, con espíritu de comunión, en la ejecución de los distintos proyectos y en el día a día de la parroquia.

¿El consejo de pastoral parroquial es un lugar de búsqueda común?

Efectivamente, en el consejo pastoral se replantean cada comienzo de curso la revisión del funcionamiento de las distintas pastorales para renovarlas y mejorar la relación entre ellas, luego repasamos las actividades culturales, caritativo-sociales, deportivas, etc. así como la situación económica de la parroquia.
En el curso de la intervención de los distintos responsables que participamos en el consejo, exponemos las dificultades observadas en cada ámbito y presentamos propuestas buscando pulir los problemas que se han detectado en alguna de las pastorales, o revisar la marcha de la evangelización o atender al mantenimiento del edificio.
Escuchadas las distintas dificultades y expuestas las propuestas, pasamos a considerarlas con un espíritu de comunión.

Entiendo que sería bueno dotar a este consejo de una comisión técnica que estudiara todas aquellas cuestiones de tipo práctico que requieran una información previa de tipo profesional para posteriormente presentar al consejo sus conclusiones, lo cual agilizaría las sesiones del consejo y sobre todo proporcionaría a éste, una más sólida base sobre la que tomar decisiones de tipo práctico.

¿Existe y se fomenta una corresponsabilidad?

Sobre este punto, entendemos la corresponsabilidad como la expone la Comisión Teológica Internacional cuando habla del ejercicio de la corresponsabilidad “en la distinción de los diversos ministerios y roles”. Pues en una estructura jerárquica, la corresponsabilidad, entendemos que se da entre iguales, entre aquellos que están en un mismo nivel de servicio y de responsabilidad. No es la misma responsabilidad la de un párroco que la de un salmista, por poner un ejemplo.
Desde ésta óptica, en aquello en lo que fieles y pastores estamos en un plano de igual responsabilidad, es en alcanzar la santidad.
Nuestra relación con el Señor es individual y colectiva, y en cuanto que colectiva (como pueblo de Dios), la corresponsabilidad es en la caridad, responsabilizándonos los unos de los otros, para ayudarnos mutuamente a caminar hacia la meta, que no es otra que alcanzar la cualidad de testigos del amor de Dios en la vida de cada uno. Paso previo e imprescindible para la evangelización.
Y en este sentido, se podría decir que todos nuestros esfuerzos en la parroquia, convergen en hacer efectiva esa corresponsabilidad.
La corresponsabilidad en cuestiones prácticas, entiendo que se produce en la medida en que cada uno, en su ámbito de responsabilidad, se esfuerza por resolver los problemas que le competen en comunión con el conjunto de la parroquia. Eso es, en general, la experiencia que tenemos.

Muchas veces un sacerdote debe ocuparse de varias parroquias,
¿sería conveniente que estas parroquias trabajaran juntas pensando un proyecto común?

Sería conveniente si ello implicara revitalizar las parroquias con un esfuerzo por fortalecer la pastoral de evangelización con el fin de avivar la fe. El hecho de que el párroco de las distintas parroquias sea el mismo es una ventaja de cara a conformar una comunidad interparroquial que podría expresarse, por ejemplo, en una concentración de los servicios parroquiales en función de la idoneidad de cada parroquia.

Teniendo en cuenta que la voz de los laicos en medio de esta sociedad, no sólo no cuenta, sino que en la práctica es inexistente como no sea a título individual, y teniendo en cuenta que la voz de la jerarquía es muy escasa y limitada, mayoritariamente, a cuestiones formales, sería muy conveniente una fórmula que hiciera aparecer la voz del laicado con un objetivo puramente evangelizador.
De modo que, la misión sería, ante la situación de tensión social, ser una voz que busque la paz con palabras y gestos verdaderos; o ante la confusión que reina entre nosotros, dar una palabra que ilumine y sea suficientemente fuerte como para orientar a muchos que se sienten perdidos; o que en el concierto o desconcierto de voces partidistas que pueblan nuestro espacio, ser una reflexión y una llamada a la reconciliación; y ante la situación de clara apostasía de grandes núcleos de la sociedad, ser una voz que anuncie el amor de Dios y una llamada a la conversión del corazón para acogerse así a la misericordia de Dios.
Una forma de llevar adelante un proyecto como este, sería coordinar a todas las parroquias dispuestas a suscribir, como colectivo que son, las declaraciones que desde una perspectiva netamente cristiana, se propusieran desde cualquier comunidad parroquial asociada al proyecto. Así, una declaración de contenido evangelizador, se haría pública para el conjunto de la sociedad, con el apoyo de tantas parroquias –colectivos-, como la suscribiese

Acerca de Signos de los tiempos

Actualidad es la suma de las cosas que suceden, aquello que se dice sobre esas cosas y el modo en que nos afectan, y este conjunto conforma unos signos concretos y precisos que es posible interpretar. Esa es la luz que buscamos.
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